A veces nos cuesta deshacernos de objetos que tenemos en casa, bien porque en su momento supusieron un desembolso, bien porque pensamos que nos pueden servir mas adelante o bien porque nos da pena tirarlos... A mi me ocurre esto continuamente, y siempre intento darles una nueva utilidad.
En el ejemplo que hoy os traigo me sobraba un cabecero de hierro forjado que había perdido su sitio por "renovación" en la casa de la playa. Así que, aprovechando que la mesa del comedor era del mismo material, se me ocurrió hacer una "mesa-cama". Además para quitar seriedad al asunto y frialdad al hierro, añadí algunas pegatinas (adorno autoadhesivo SLÄTTHULT, Ikea) que aportaban movilidad y diversión a la composición. Aquí tenéis el resultado...
Qué original! me gusta! y sobretodo lo de las pegatinas! parecen del cabecero.
ResponderEliminarBesitos